Hace catorce años, Rotary celebró su primera Asamblea Internacional aquí en San Diego. Entonces yo estaba sentado justo donde ustedes están, como gobernador de distrito electo. En ese momento estaba nervioso por las responsabilidades que me esperaban y los desafíos a los que debería enfrentarme como líder.
Ahora, nos encontramos en el año 2020, en la última Asamblea Internacional que se celebrará aquí en San Diego, y todavía estoy algo nervioso. Esta vez, mis
responsabilidades son mayores, pero también son mayores las posibilidades. Estoy muy emocionado de compartir con ustedes todas las oportunidades que se presentan ante nosotros.
En sus ciudades, ustedes forman parte de un equipo que colabora estrechamente año tras año para asegurarse de que las labores más importantes de sus distritos no se detengan con la llegada de un nuevo equipo de líderes, sino que continúe con mayor énfasis.
Yo también formo parte de un equipo.
Me enorgullecerá continuar el firme compromiso del presidente Mark Maloney con el crecimiento de Rotary. Sin embargo, no les pediré que aumenten la membresía en un número específico de socios por una razón muy simple: cada vez que solicitamos un crecimiento específico, fracasamos. En vez de centrarnos en las cifras, quiero que piensen en cómo podríamos hacer crecer a Rotary de manera orgánica y sostenible. ¿Cómo podríamos conservar a nuestros socios actuales y ganar nuevos socios que se adapten a nuestros clubes? Luego, ¿cómo podemos fortalecer nuestra organización para enfrentar los desafíos que se nos presentan? Debemos ponernos a la altura de este increíble momento —ahora que se reconocen mundialmente nuestros esfuerzos para poner fin a la polio— y buscar soluciones a nuestros desafíos mientras nos encontramos en un buen momento.
En muchos sentidos, Rotary está en muy buena forma. Nuestras finanzas son sólidas. Nuestra Fundación sigue siendo reconocida como una de las mejores organizaciones benéficas del mundo. Nuestras subvenciones globales siguen creciendo y cada año nos convertimos en una organización más enfocada en la acción internacional.
También estamos evolucionando de manera interesante. Ahora hay más rotarios asiáticos que norteamericanos. Pero existen riesgos si no logramos revertir las
tendencias actuales. Especialmente en aquellas regiones donde se observa un envejecimiento de la población, Rotary pierde socios y estos cada vez tienen más edad. No podemos quedarnos quietos y mostrarnos satisfechos con todo lo que hemos hecho.
La revolución digital nos ha afectado mucho más de lo que esperábamos y otras organizaciones que se enfrentaron a este desafío antes que nosotros no tuvieron éxito. Recientemente, tuve la oportunidad de pronunciar un discurso ante los rotarios de Rochester, Nueva York. Un exejecutivo de Kodak presente me dijo que todos en su empresa sabían que la fotografía haría la transición al mundo digital en algún momento,
pero que nunca esperaron que sucediera tan rápido. Kodak pasó de ser el líder mundial en su campo a una compañía en bancarrota en tan solo unos pocos años.
El tiempo no se detendrá por nosotros.
Pero no dejaremos que los cambios rápidos nos derroten. Aprovecharemos este momento para hacer crecer a Rotary, haciéndolo más fuerte, más adaptable e incluso más alineado con nuestros valores fundamentales. En Alemania vemos a Rotary como una comunidad de personas íntegras que comparten
los mismos valores. En mi país, la amistad y los vínculos personales atraen a las personas hacia Rotary. Es debido a eso que contamos con clubes sólidos. Y estos clubes sólidos son la base que nos permite brindar un servicio significativo.
La Prueba Cuádruple nos ayuda a tomar decisiones objetivas ya que nos incita a la autorreflexión. A veces ni siquiera sabemos si lo que vemos con nuestros propios ojos es verdad. Pero la Prueba Cuádruple nos permite preguntarnos: ¿estoy siendo honesto y haciendo lo correcto? Eso es importante. Y si somos completamente honestos con nosotros mismos, cuando miramos hacia adelante, ¿creemos que Rotary está haciendo lo suficiente para enfrentar los desafíos del futuro? Rotary tiene que cambiar y cambiará. Incluso si algunos compañeros rotarios se quejen de que Rotary ya no se parece a lo que era, tenemos que cambiar. Tal como Paul Harris dijo, tenemos que ser revolucionarios de vez en cuando. Y ahora es el momento de ser revolucionarios. Una de las maneras en la que haremos es creando nuevos modelos de club y re planteándonos lo que significa pertenecer a Rotary. Los jóvenes deberían ser los arquitectos de estos nuevos clubes.